Aunque
habitualmente se atribuye el dolor anal a patología hemorroidal, por ser la más
frecuente de las patologías de la zona. Normalmente éstas no suelen
producir este síntoma de manera habitual salvo que se compliquen con una
trombosis o una úlcera. Es por ello que cuando un paciente consulta por dolor hay
que realizar una historia clínica detallada junto con una buena
exploración que nos oriente hacia el diagnostico correcto.
En este
diagnostico diferencial de dolor anal deberíamos pensar en
patología perianal, como la trombosis hemorroidal externa, el herpes,
condilomas o tumores ya sean benignos o no.
Dentro del
ano habría que pensar que el dolor puede venir de una fisura anal, una
fístula, abscesos, prolapso o trombosis hemorroidal, cirugías previas o
tumores.
Si pensamos
en patologías que origine dolor a nivel rectal, habría que tener en
cuenta los carcinomas, la proctitis o úlceras solitarias.
El dolor también
puede ser referido de zonas adyacentes que deberíamos tener presentes como
prostatitis, diverticulitis, tumores ováricos…
También y aunque
menos frecuente hay que pensar en patologías de origen neurológico, como
la neuropatía del nervio pudendo o la esclerosis múltiple.
En ocasiones el
dolor puede venir provocado por patología osteoarticular como en el caso de las
fracturas de sacro o tumores osteogénicos.
Como podemos ver
las causas del dolor anal son múltiples, es por ello que en la historia clínica
sea tan importante saber escuchar al paciente y preguntar lo necesario para ir
orientando el diagnostico. clinica
illanes
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